lunes, 30 de septiembre de 2013

Eduard se pone a fumar


Eduard dejó de teclear y encendió un cigarrillo. Volvió a repasar. Estaba satisfecho de como le había quedado el artículo. Recordaba muy bien la historia porqué la siguió desde un primer momento. En otras ocasiones, había observado lo fácil que prendé una mecha cuando hay combustible. Se acordaba, por ejemplo, de aquellos disturbios de 2005 que se iniciaron en un "banlieue" de París. ¿Cuántas veces habían pasado sucesos parecidos? Unos jóvenes mueren huyendo de la policía... Y, de tanto en tanto, todo se desencadena.

Siempre seguía la noticia. Era su trabajo. Y su pasión. Porque a veces pasaba y, a veces no, era algo que se le escapaba. Por ejemplo, unos años después siguió una noticia parecida en Salt. Había también mucha gasolina y poca comprensión... Pero la cosa no fue a más...

Por eso, cuando tuvo conocimiento de la inmolación del joven argelino, fue siguiendo la noticia desde el principio. Y esta vez pasó...

En Túnez, sobraba combustible. La gasolina no era una dictadura corrupta que hacía muchos años que ya existía. No, definitivamente no...

Era el hambre.

Una mecha que, de repente, nos despierta del letargo en televisión... Ocurría muchas veces...



Y por supuesto, el malo, malísimo de las películas... El Doctor NO... Y su versión televisiva de conquista del mundo.



Ocurría muchas veces... Bombardeo en televisión. Buenos ingresos en publicidad. Definitivamente, el siglo había nacido como un tremendo "reality show". La "Primavera árabe" ocupó durante unos breves días los titulares de televisión. Después, la nada...

Luego, como esos niños de Somalia que solo se mueren de hambre en nuestros salones cuando no hay noticias que dar, nunca mas se vuelve a hablar... Todo debe haberse arreglado pues. En Túnez debe haber democracia y la gente feliz va a votar después del desayuno... Sino fuera así, lo sacarían en televisión ¿no?

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Todo había vuelto a su memoria cuando vio la noticia de la madre de Mohamed detenida. Definitivamente, la mecha había incendiado el mundo árabe. Pero realmente, ¿había cambiado algo?

Muchas cosas habían pasado en su vida. El divorcio. Su viaje como reportero de guerra a Irak. Aquel hotel en Bagdad donde se hospedaba cuando llegaron los americanos. Su compañero muerto... asesinado por los "defensores de la libertad".

Y todo eso no le había hecho cambiar... Siempre lo justificaba de la misma manera:

"De la extrema izquierda siempre se pasa a la extrema indiferencia"

¿Cómo empezó todo de nuevo? ¿Cómo volvió a implicarse en el juego de la resistencia y del compromiso?

Eduard apagó su cigarro en el cenicero.
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2 comentarios:

La gasolina tiene muchos usos, uno es el revolucionario. Los que se autoinmolan en un atentado, en el mundo árabe, son considerados héroes, aquí los trataríamos de estúpidos.En fin, los fanatismos acaban mal, ¿pero como combates la "extrema indiferencia"? Las palabras ya están muy gastadas. La revolución del mundo occidental no será pacifista, porque no nos dejan.

Me acabás de recordar una canción... Lo que es seguro es que "la revolucion no será televisada". Te dejo una versión en castellano.

http://www.youtube.com/watch?v=JFx6tRsRng4

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